ALIANZA POR LA OBESIDAD
PRESENTA EL INFORME
SITUACIÓN SANITARIA Y SOCIAL DE LAS PERSONAS CON
OBESIDAD EN ESPAÑA
La Organización Mundial de la Salud (OMS), define la obesidad
como una acumulación anormal o excesiva de grasa corporal,
resultante de un desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto energético. La etiología de la obesidad es multifactorial e involucra factores genéticos y epigenéticos, fisiológicos y metabólicos, conductuales y psicológicos, socioeconómicos y culturales, y ambientales. Entre los principales determinantes se encuentran la predisposición genética, el sedentarismo y la ingesta excesiva de alimentos altos en calorías.
Además de su compleja etiología, la obesidad se asocia con un mayor riesgo de desarrollar diversas patologías que afectan a múltiples sistemas del organismo humano. Entre estas comorbilidades, se incluyen enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión arterial y la enfermedad coronaria; trastornos respiratorios, como la apnea del
sueño y el síndrome de hipoventilación por obesidad; alteraciones endocrinológicas, como la resistencia a la insulina y la diabetes mellitus tipo 2, afectaciones neurológicas, como la migraña y la demencia; problemas musculoesqueléticos, como la osteoartritis; trastornos gastrointestinales, como la enfermedad pro reflujo gastroesofágico y la
esteatosis hepática no alcohólica; disfunciones en el sistema reproductor, que pueden llevar a irregularidades
menstruales e infertilidad en mujeres y disfunción eréctil en hombres; y complicaciones en el tracto urinario, como la incontinencia urinaria. Por otro lado, la obesidad se ha vinculado de manera concluyente con un aumento
significativo en el riesgo de cáncer en varios órganos, tales como el colon, la mama y el útero, contribuyendo de
forma directa al desarrollo de 13 tipos distintos de cáncer, entre los que se incluyen el cáncer de endometrio,
ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar y riñones.
La obesidad no solo tiene un impacto significativo a nivel fisiológico, sino que también afecta la salud mental y la
calidad de vida de quienes la padecen. Entre las condiciones psicológicas más comúnmente asociadas a la
obesidad se encuentran la ansiedad y la depresión, agravadas por la estigmatización social, la discriminación
y los desafíos emocionales relacionados con el peso. Además
de estas condiciones psicológicas, se ha observado una mayor propensión a trastornos del comportamiento
alimentario y un aumento en el riesgo de adicciones. La obesidad también puede limitar la movilidad, reducir la
participación en actividades sociales y afectar la calidad de las relaciones personales. Todo ello conlleva una
afectación tanto del bienestar emocional como del funcionamiento diario de los individuos, contribuyendo
así a una disminución general de la calidad de vida en quienes padecen esta condición de salud.