Consejos tras la cirugía bariátrica
Estos son consejos para, principalmente, los primeros días postoperatorios. Ante cualquier tipo de malestar, fiebre, náuseas, dolor abdominal, drenaje de líquidos por las heridas o dificultad para respirar debes informar a tu médico.
VÓMITOS
En ocasiones, puedes vomitar o sentir dolor después de comer. Esto puede ser consecuencia de comer de forma inadecuada. Comiendo lentamente y con calma, aprenderás a entender las señales que te envía tu estómago.
Un vómito persistente es, sin duda, una señal de advertencia y debes acudir al médico.
VITAMINAS
Durante la fase rápida de disminución de peso tu médico te prescribirá tratamiento con vitaminas y minerales, que se debe tomar de forma crónica para evitar deficiencias nutricionales, que son frecuentes tras la cirugía bariátrica.
EMBARAZO
El tiempo que va desde la operación a la estabilización de peso, que suele tardar alrededor de dos años, se considera un periodo de pérdida ponderal. Durante este tiempo no es recomendable que te quedes embarazada, a pesar de que el feto tiene prioridad sobre la madre en cuanto a la obtención de nutrientes. Una vez estabilizado el peso, el embarazo deja de ser una contraindicación.
MEDICACIÓN
Los comprimidos que tengas que tomar hazlos trozos pequeños y aplástalos antes de tomarlos. Es preferible tomar formulaciones masticables, ya que las cápsulas no pueden fraccionarse. En muchos casos, la medicación para el tratamiento de patologías como la hipertensión, la diabetes o el asma tiene que ajustarse, en muchos casos a la baja, después de la operación porque la pérdida de peso facilita en sí misma el control de esas enfermedades. Si es tu caso, consulta con tu médico a este respecto.
ESTREÑIMIENTO
Muchas personas sufren estreñimiento después de la operación. Esto se debe, principalmente, a que la menor ingestión de comida lleva a una menor cantidad de heces y, por lo tanto, a una reducción en el número de evacuaciones. Es importante ingerir líquidos durante el día, aunque no mezclados con alimentos. De ser necesaria la toma de laxantes, te recomendamos abstenerte de los denominados agentes de aglutinamiento y emplear en su lugar laxantes líquidos como la lactulosa..
ACTIVIDAD FÍSICA
Es importante modificar no sólo tus hábitos alimenticios sino también tu actividad física. Por lo general, es recomendable que empieces lentamente a hacer ejercicio. A medida que vayas perdiendo peso realizar actividad física te será más fácil. El ejercicio físico contribuye a evitar la pérdida de masa muscular y ósea.
Fases de progresión alimentaria tras cirugía de la obesidad
Para una pronta y completa recuperación, sigue estas recomendaciones tal y como te indique tu médico y tu nutricionista.
FASE I: DIETA LÍQUIDA
Dieta líquida incompleta
Durante las primeras 24-48h tras la intervención hay que seguir una dieta líquida incompleta. La misma está compuesta únicamente de alimentos líquidos claros como agua, infusiones (manzanilla o poleo menta), zumos diluidos o caldos claros. Has de tomarlos a pequeños sorbos.
Dieta líquida completa
Generalmente, a partir del tercer día de la intervención y con una duración aproximada entre 1 y 2 semanas ya puedes incorporar líquidos más densos, especialmente aquellos ricos en proteínas:
• Leche desnatada
• Yogures líquidos desnatados
• Bebida de soja
• Sopas claras
• Zumos de fruta y de verdura (diluidos con agua)
FASE 2: DIETA PURE
Esta fase puede iniciarse al cabo de unas semanas (de 2 a 4) tras la cirugía, siempre que toleres sin problemas los alimentos de la fase anterior.
Los alimentos que puedes incorporar son, entre otros:
• Yogur desnatado
• Queso blanco desnatado
• Purés de carne, pollo o pescado
• Purés vegetales (por ejemplo, verdura con patata, legumbres sin piel con arroz)
• Fruta cocida en puré o en compota
• Alimentos comerciales de textura modificada para adultos
Si toleras bien estos alimentos, puedes ir probando otros más sólidos con el objetivo de pasar a la siguiente fase.
FASE 3: DIETA SÓLIDA
Esta fase suele comenzar varias semanas después de la cirugía (de 5 a 6), aunque a veces hay que esperar hasta 8 semanas.
Se caracteriza por la introducción progresiva de alimentos sólidos a fin de normalizar la dieta. Primero probarás los alimentos en textura blanda y después en textura normal. Por ejemplo, tomar la ternera en forma de mini hamburguesa, albóndigas o canelones.
Los alimentos que puedes incorporar son, entre otros:
• Jamón cocido o pavo en finas lonchas
• Pollo o pavo hervido y, si este lo toleras bien, continuar con carne picada (ternera, pollo o pavo) al horno o en forma de guiso ligero
• Pescado blanco (hervido o al horno) y marisco tipo gamba, langosta, cangrejo o surimi. Si transcurridos unos días lo toleras bien, puedes incorporar pescado azul
• Huevos escalfados, revueltos o en tortilla
• Fruta y verdura no flatulenta
• Arroz o pasta italiana
Una vez finalizada la progresión alimentaria, la dieta deberá ser:
• Saludable y variada
• Baja en grasas
• Controlada en calorías
• Fraccionada en 5-6 tomas/día de pequeño volumen
• Rica en proteínas
• Con un aporte de agua suficiente
Recomendaciones generales
Dietéticas
• Es importante progresar en la alimentación a un ritmo correcto, ni demasiado rápido (lo que dificulta la tolerancia) ni demasiado lento (lo que conduce a dietas insuficientes y poco variadas).
• Toma un mínimo de 6 comidas/día.
• En las primeras fases, tus comidas deberían contener entre 90 y 120 gramos (por ejemplo: 60 gramos de pollo, 30 gramos de judías verdes y 30 gramos de fruta).
• Con el paso del tiempo, tras los 6 meses de la intervención, probablemente puedas aumentar la cantidad de comida hasta 200 gramos (por ejemplo: 100 g de pollo, 50 g de judías verdes y 50 g de fruta).
• Come en un ambiente relajado y tranquilo, masticando bien los alimentos hasta obtener una consistencia tipo puré en la boca.
• Si tomas suplementos de vitaminas y minerales, no hagas coincidir su ingesta con el consumo de café o bebidas con gas, pues podrían interferir en su absorción.
• Evita alimentos dulces, altos en grasa y muy calóricos como bollería industrial, helados, embutidos, etc.
• Limita los hidratos de carbono (patata, pasta, arroz, tostadas, etc.).
• Reducir el consumo de aceite (de una a dos cucharadas soperas diarias).
Ejercicio físico
• Realiza ejercicio físico de forma programada y con una cierta intensidad, duración y frecuencia.
• Si antes de la cirugía no hacías nada de ejercicio, caminar puede ser una buena manera de empezar.
• Lo recomendable es hacer al menos entre 30 y 45 minutos de caminata rápida 3-5 días/semana, iniciando de forma suave y aumentando la duración de forma progresiva según recomendaciones del médico.
Cuidados a largo plazo
• Es imprescindible mantener las visitas de seguimiento con tu médico.
• Puede ser útil que acudas a grupos de apoyo, si es que estos se realizan en tu centro.
• Anota, al menos una semana antes de tu visita al médico, las comidas que haces y la actividad física realizada. Es una herramienta indispensable que permitirá a tu médico individualizar las recomendaciones.
Recomendaciones para la ingesta de líquidos
Toma 8 vasos de líquidos acalóricos al día para evitar la deshidratación.
• Bebe a pequeños sorbos de forma continuada a lo largo del día.
• Evita beber 30 minutos antes, durante y hasta 30 minutos después de las comidas.
Bebidas Recomendadas
Agua
Manzanilla o poleo menta caliente o helado
Zumo de frutas diluido sin azúcar añadido
Zumo de verduras (zanahoria, tomate, etc.)
Bebidas no alcohólicas (por ejemplo, light sin gas)
Caldos desgrasados o vegetales
Bebidas a evitar
Bebidas con alcohol
Bebidas con cafeína
Bebidas con gas
Bebidas azucaradas (chocolateadas, zumos de frutas con azúcar añadido, bebidas dulces)
Recomendaciones para la ingesta de proteínas
Asegúrate un aporte mínimo de 60-80 g de proteínas al día.
• Es importante que empieces a comer siempre por el alimento rico en proteínas: carnes, pescados, huevos y/o lácteos, tanto en cada comida principal como en el consumo de alimentos entre horas.
• Otra alternativa es añadir las proteínas a platos con base de arroz o pasta, como una ensalada de pasta que contenga huevo, queso o jamón.
Recomendaciones para la ingesta de suplementos de vitaminas y minerales
• Recuerda cumplir con la suplementación pautada. Si no la toleras, consulta con tu médico.
• Generalmente se recomiendan complejos vitamínicos y minerales. Si no se toleran los suplementos de hierro debe ponerse en conocimiento del médico, ya que puede ser necesaria su administración intravenosa para prevenir la anemia de causa nutricional.
Propuesta 1
Desayuno
Media taza de leche con una cucharada sopera de cereales sin añadir azúcar o miel (dejar que se ablanden y masticar bien)
Media Mañana
Uno o medio yogur desnatado (sin azúcar)
Comida
Escoger entre:
• Medio bol de caldo de verduras
• Puré de verduras (calabacín, zanahoria o calabaza) con queso o jamón cocido
Postre: 1 yogur (sin azúcar)
Merienda 1
Medio bol de papilla de manzana y pera peladas (volumen total: 1 pieza de fruta)
Merienda 2
Merienda 2 Una porción de queso fresco (ej.: queso Burgos o mató) Una porción de queso fresco (ej.: queso Burgos o mató)
Cena
Medio bol de sémola o tapioca clara con caldo vegetal desgrasado
Recena
1 pieza de fruta
Propuesta 2
Desayuno
Media taza de yogur líquido desnatado y dos galletas (tipo maría)
Media Mañana
Una porción de queso fresco (ej.: queso Burgos o mató)
Comida
Escoger entre:
• Medio bol de puré con 1/2 patata y 40 g de pollo o pavo
• Medio bol de crema de verduras con 40 g de pescado o con un huevo duro rallado encima
Postre: 1 yogur (de sabores sin azúcar si lo deseas)
Merienda 1
Medio bol de papilla de manzana y pera peladas (volumen total: 1 pieza de fruta)
Merienda 2
Merienda 2 Una porción de queso fresco (ej.: queso Burgos o mató) Una porción de queso fresco (ej.: queso Burgos o mató)
Cena
Medio bol de sémola o tapioca clara con caldo vegetal desgrasado
Recena
Recena 1 pieza de fruta Medio vaso de leche semidesnatada
A lo largo del día
Bebe pequeños sorbitos de agua. Para asegurarte que tomas suficiente agua es recomendable tener la botella a mano para beber en cualquier momento
Toma diariamente los suplementos de vitaminas y minerales que te ha recomendado el médico
FASE 3: DIETA SÓLIDA
Desayuno (elegir una entre las siguientes opciones)
• Leche enriquecida con calcio, desnatada o semidesnatada
• Yogur desnatado de sabores o preparados lácteos con 0% de materia grasa
• Queso fresco desnatado (menos del 40% de materia grasa (por ejemplo, queso de Burgos o Cottage)
• Jamón cocido o pavo con tostadas tipo crackers (2 unidades)
Media mañana y merienda (elegir uno entre los siguientes)
• Preparados lácteos con 0% de materia grasa
• Media manzana con queso
• Yogur desnatado de sabores
• Leche semidesnatada (con calcio)
• Tostadas tipo crackers con queso, jamón cocido o pavo
Comida y cena (elegir uno entre los siguientes)
En el caso del by-pass gástrico te recomendamos la combinación de alimentos en un único plato por comida para respetar la restricción de volumen.
En el caso de la derivación bilio-pancreática, estos platos pueden ser de mayor volumen, priorizando los alimentos proteicos y minimizando el consumo de los alimentos grasos.
En ambos casos, se aconseja no consumir féculas para controlar las calorías totales.
• Pavo o pollo a dados y salteados (60-80 g)
• Pescado (blanco o azul) (60-80 g)
• Atún, mejor si es ventresca, es más suave (1 lata)
• Huevos (2 claras o 2 claras y una yema)
• Mejillones, almejas, navajas (masticar bien) (80 g)
• Queso, si puede ser desnatado (40-50 g)
• Jamón cocido bien fino (50-60 g)
• Albóndigas pequeñas de ternera picada (sin grasa) o de pollo (70-80 g)
• Pulpo, calamar o sepia troceados y cocidos con verduras (70-80 g)
• Brochetas de pollo con gambas y champiñones (100-120 g)
• Brochetas de salmón y brécol (100-120 g)
• Un canelón de pescado, pollo o ternera con salsa de tomate sin bechamel, gratinado (100 g)
• Carpaccio de ternera, de gambas o de pescado (80 g)
• Ensalada de bacalao y judías blancas con verduritas (90-100 g)
Recomendaciones para ampliar opciones en comida y cena
Cuando los alimentos de origen animal no son bien tolerados (sobre todo en el caso del by-pass gástrico), puedes optar por alimentos de origen vegetal que, combinados de manera adecuada, ofrecen proteínas de alta calidad.
• Garbanzos con cuscús
• Lentejas o garbanzos con arroz
• Garbanzos con trigo
• Tofu (soja) o seitán (gluten) con arroz o trigo
• Alimentos especiales como hamburguesas vegetales (hechas de seitán con arroz, tofu con cereales, etc.), disponibles en casas especializadas de dietética
El plato puede acompañarse con alguna verdura cruda o cocida según tolerancia.